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Entrenando a pleno sol

Por el Dr. Phil Maffetone

Traducción de Ester Galindo

 

Muchos expertos en salud coinciden en que evitar el sol de manera sistemática puede conllevar un gran riesgo de enfermar.

Pero, ¿evitar el sol supone un riesgo tan grande para la salud como fumar?

Muchos expertos opinan que sí, y los últimos hallazgos científicos les está dando la razón.

El Dr. Pelle Lindqvist y sus colegas del Hospital Universitario Karolinska de Suecia, en su reciente estudio para la revista Journal of Internal Medicine, equipararon el hecho de evitar el sol con el tabaquismo, e incluso fueron un paso más allá, al afirmar que: «Un sistema de recompensa interno innato para la exposición al sol indica que la exposición a los rayos UV es importante para la salud».

Los mismos autores habían demostrado previamente que la tasa de mortalidad se duplicaba entre aquellas personas que evitaban la exposición solar activa, en comparación con las que tenían una mayor exposición al sol, y no hallaron diferencias en las tasas de mortalidad por melanoma maligno entre aquellas cuya exposición al sol es regular y las personas que lo evitan.

Gran parte de esta información no es nueva. Un número de estudios han demostrado que las personas que tienen una mayor exposición al sol gozan de una esperanza de vida más larga.

Otro estudio reciente en la revista British Medical Journal demostró que evitar el sol o tener niveles bajos de vitamina D se asocia con un riesgo de muerte similar al del tabaquismo, la inactividad y la obesidad.

La única advertencia: no te quemes

Para lograr esto necesitas conocer tus límites de exposición. Lo evidente es que si estás en el norte de Australia, tu tiempo al sol debe ser menor que si estás en Suecia. Del mismo modo, si tu piel es oscura o más clara, debes ajustarte a más o menos exposición. (Si te quemas, sumérgete en agua fría hasta que ya no sientas ardor en la piel.)

Cuida tu salud. Otros factores tales como la inflamación crónica, un exceso de grasa corporal y demasiado estrés contribuyen de manera significativa a sufrir todo tipo de enfermedades, incluidos los cánceres de piel.

Naturalmente que la sobreexposición al sol conlleva el riesgo de sufrir un melanoma maligno, pero este riesgo aumenta al utilizar protector solar, ya que entonces la persona permanece bajo el sol durante más tiempo de lo que debiera (muchas personas creen, erróneamente, que pueden permanecer más tiempo al sol por el mero hecho de irse aplicando protector solar).

El sol y la vitamina D

La exposición al sol y la vitamina D son dos elementos importantes y distintos. Los niveles de vitamina D pueden incrementarse y mantenerse mediante una adecuada exposición al sol. La suplementación de vitamina D puede ser de ayuda, pero nunca sustituirá el hecho de exponerse al sol.

Mientras que la vitamina D se considera un nutriente esencial, funciona más bien como una hormona. Sin embargo, los beneficios del sol van más allá de este compuesto, sobre todo los beneficios obtenidos sobre la salud gracias a la luz solar que penetra a través de los ojos (sin gafas ni lentes de contacto de ningún tipo) y la influencia sobre el cerebro y el cuerpo. A continuación encontrarás algunos resultados de estos estudios:

  • La estimulación de la retina por medio de la luz influye en la producción de melatonina por la glándula pineal en el cerebro. La melatonina es importante para muchos aspectos de la salud, no sólo la calidad del sueño, sino también en la regulación de los ritmos naturales del cuerpo a través de otras hormonas.
  • Reducir la exposición al sol y tener un nivel bajo de vitamina D pueden aumentar el riesgo de sufrir diabetes mellitus tipo 2.
  • Hay una incidencia de aproximadamente un 80 por ciento menor de diabetes tipo 1 entre los sujetos que tomaban suplementos de vitamina D durante el primer año de vida.
  • La exposición al sol puede reducir el riesgo de esclerosis múltiple, mientras que la deficiencia de vitamina D se asocia con una mayor frecuencia de las recaídas.
  • Los niveles bajos de vitamina D están relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • En los países del norte existe un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y embolia en invierno, en comparación con el verano.
  • La falta de la radiación UVB aumenta el riesgo de hipertensión, reduce la absorción de calcio y altera el metabolismo del calcio.
  • La radiación UV induce la producción de endorfinas, que puede reducir los niveles de estrés.

 

Mi mejor remedio para prevenir los resfriados y la gripe ha sido siempre el sol. La relación entre el sol, la vitamina D y el sistema inmunológico no es nueva, pero se ha convertido en un área sensible de la investigación últimamente:

  • La vitamina D tiene propiedades inmunorreguladoras, por lo que su carencia se asocia con una función inmune pobre y una mayor susceptibilidad a la enfermedad.
  • El sol y la vitamina D tienen efectos antimicrobianos.
  • La vitamina D puede tener un efecto protector contra las infecciones respiratorias, como la tuberculosis (no es una nueva idea), la gripe y otras.
  • Se ha registrado que las personas con alguna enfermedad pulmonar crónica tienen significativamente más exacerbaciones en presencia de niveles bajos de vitamina D.
  • Se ha visto que la suplementación con vitamina D (4000 UI / día) permite reducir el consumo de antibióticos en aproximadamente un 60 por ciento en pacientes con inmunodeficiencia.
  • Los pacientes mayores de 70 años de edad que tomaron suplementos de vitamina D consumieron un 50 por ciento menos de antibióticos en comparación con el grupo placebo.
  • Los niveles bajos de vitamina D pueden predecir la diarrea asociada a una infección por clostridium.

Cáncer de piel

Nuestra sociedad sol-fóbica, influenciada en gran medida por las empresas que venden cremas solares, ha dado lugar a generaciones enteras de personas que evitan el sol, lo cual ha aumentado significativamente el riesgo de tener mala salud y sufrir enfermedades, incluido el cáncer de piel.

Hay tres tipos principales de cáncer de piel, pero no todos están vinculados con la radiación ultravioleta. Los carcinomas de células basales y de células escamosas son similares y suelen clasificarse en un grupo distinto de los de tipo melanoma; generalmente tienen un pronóstico no grave. El melanoma maligno, en cambio, puede ser grave y fatal (por metástasis), y por lo general se asocia con un historial de quemaduras solares, así como una exposición excesiva y frecuente en cámaras de bronceado artificial.

Exposición completa – información completa

Durante décadas, los beneficios de una correcta exposición al sol han sido obviados por los intereses comerciales de aquellas empresas que comercializan productos para el cuidado de la piel. Dichas empresas reclutan a los medios de información para seguir divulgando su táctica del miedo. Sin embargo, los hechos están empezando a salir, (demasiado) poco a poco, en los estudios científicos.

En lugar de escondernos en la oscuridad, debemos exponer nuestros cuerpos  al sol sin protección, al igual que hicieron todos nuestros antepasados. De este modo mejoraremos tanto la salud como la forma física de nuestro cerebro y nuestro cuerpo, y nos protegeremos de las enfermedades. En el equilibrio está la clave: evitar la exposición excesiva a la hora de obtener y conservar un buen bronceado.

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